A unos ojos azules...

A unos ojos azules...

Cuando eramos soldados


USA, 2002
D. Randall Wallace 
I. Barry Pepper, Madelein Stowe, Greg Kinnear, Sam Elliott, Chris Klein 

"Contamos el infierno personal de los que se quedaron en casa. Es una historia sobre el espíritu humano. Además, interpretar a gente viva es algo insólito: hay que ser muy preciso, hacer que se sientan orgullosos y reivindicarlos, porque a muchos de esos soldados los trataron muy mal al volver de la guerra. Lo que terminó de convencerme para hacer la película, fue conocer al verdadero Hal Moore. Conocerlos, que me permitieran compartir sus experiencias, poder contarlas a través de sus ojos. Eso fue lo que me atrapó." 

La película se basa en los hechos reales que se desarrollan en el valle de Ai Drag, durante la primera contienda de la guerra de Vietnam, entre los ejércitos americanos y los vietnamitas. El teniente coronel Harold G. Moore manda al Primer Batallón del Séptimo de Caballería, el mismo que dirigió el general Custer en Little Big Horn. Como aquel, se enfrentará a una de las más cruentas batallas de la historia de Estados Unidos cuando, al frente de 400 hombres, deba soportar un asedio de más de 2.000 vietnamitas en el llamado Valle de la Muerte. 

La película está basada en una novela autobiografica. Hal Moore, graduado por las universidades de Harvard y West Point, le propuso a Joe Galloway, recompensado con una Estrella de Bronce por su valentía, escrir la historia de los días que vivieron en Vietnam, publicada en 1.990 "When we were young... and soldiers" pronto se convirtió en un best-seller, y ganó ese mismo año, el premio Pulitzer. 

Por fin la crítica se ha puesto deacuerdo en alabar el trabajo de Gibson, afirmando que es una actuación de Oscar. Después de muchos años, y de muchos trabajos realmente excepcionales, un gran sector de la crítica se ha convencido de lo que muchos ya sabíamos, que Mel Gibson es un gran actor. En esta película está especialmente bien. Su interpretación es muy contenida, muy conmovedora, muy sobria. Ojalá le nominen al Oscar, porque se lo merece.

Aún así, y sustentando la interpretación de Gibson toda la historia, es una película muy coral. Son muchos los protagonistas, cuenta muchas historias, reparte mucho el protagonismo. Y eso la hace mucho más creíble.

También hay que destacar el fabuloso trabajo del siempre estupendo Sam Elliott. Aporta el toque de humor que era necesario, siendo a la vez el prototipo de soldado duro.

La revista IMAGENES DE ACTUALIDAD, en su numero de Julio-Agosto 2.002, hace la siguiente valoración de la película: 
- LO MEJOR: Mel Gibson (excelente: ver cuando encuentra el cuerpo de uno de sus hombres más estimados) y la puesta en escena de Randall Wallace (el ataque nocturno a los helicópteros norteamericanos).
- LA FRASE: "Intento entender una guerra disparando una cámara en lugar de un rifle" (Galloway a Moore). 
- LA SECUENCIA: La última noche que Moore y sus hombres pasan en los EEUU. No hay diálogo, sólo imágenes y música. Una de las mejores secuencias vistas en una pantalla de cine durante estos últimos años. 
- LA IMAGEN: El montaje de imágenes que muestra a Galloway tomando fotos de la contienda. 
- EL MOMENTO: Julie encargándose de notificar la muerte de sus maridos a las esposas de los soldados caídos en combate. 
- EL PLANO: Los helicópteros volando sobre Vietnam por primera vez. 
- EL RODAJE: Tuvo lugar desde el 5 de marzo hasta el 31 de julio de 2.001 en Columbus y el Fuerte Benning, en Georgia, y en Morro Bay y el Fuerte Hunter Liggett, en California. 

La polémica acompaña siempre al cine bélico. Hay quien opina que siempre es reaccionario. Otros que lo usan para defender sus ideas y opiniones políticas. Y otros que no esperan más que entretenimiento e impacto. La crítica europea, mucho más política que la norteamericana, puede que no dude en condenar un film con las características de CUANDO ERAMOS SOLDADOS.

Aquellos que tengan problemas en ver a un militar de rodillas rezando; los que se molesten porque un soldado, justo antes de morir, exclame "me enorgullece morir por mi país", y los que se irriten por una lectura acrítica y patriótica de un conflicto bélico, será mejor que no la vean. (Imágenes de Actualidad)

Pero la realidad es que se trata de una buena película de guerra. Es dura. Es muy dura. Me atrevería a decir que más que SALVAR AL SOLDADO RYAN, o BLACK HAWK DERRIBADO. 
La intención es cercana a la de LA DELGADA LÍNEA ROJA, antibélica, la muerte de cualquier soldado, no importa del bando que sea, es inútil y dolorosa. Te hace identificarte con unos personajes entrañables, y horrorizarte ante imágenes de gran violencia.

Se centra en el recorrido humano por las vidas de unos soldados cuyo drama personal nos conmueve. 
Las relaciones son el centro de la película: La de Moore con Geoghegan, el joven soldado que es padre por primera vez ante de partir al frente y busca consejo en Moore. Con su mujer, Julie, la escena en la que él se marcha y ella dormida no se da cuenta, es sencillamente perfecta. Con Galloway, cuando le confiesa que "nunca me perdonaré el hecho de que mis hombres hayan muerto y yo no", consigo mismo, como se despide de sus hijos, y hace testamento antes de irse. Y con el Coronel vietnamita, una relación invisible, pero palpable, de admiración y respeto al enemigo.

El 14 de noviembre de 1.965 y durante los cuatro días siguientes, la campaña Ia Drag, se cobró las vidas de 305 militares estadounidenses y de 3.561 vietnamitas. Fue el inicio de una guerra que marcó para siempre a un país.

Para el rodaje se prescindió de los efectos especiales incorporados por ordenador, por lo que las explosiones que vemos, fueron filmadas en realidad, se hicieron explotar cientos y cientos de litros de gasolina para simular los ataques con napalm. 

Todo el equipo de la película pasó dos semanas sometidos a entrenamiento militar, para que dotaran a sus personajes de mayor realismo.

Hay un par de escenas que me gustaron especialmente: 
En la primera, y una de las mejores de la película, coincido con la revista Imagenes de Actualidad, esa que muestra las fotos que va haciendo Galloway. Es impecable. De gran carga dramática y muy bien estructurada por Wallace. 
Otra es la que muestra la gran cantidad de cartas que esperan junto a la puerta de Julie. Se te hace un nudo en el estomago. 
Y en último lugar, me encanta también, puede que por sentimentalismo y recuerdos personales, la escena final. Mel Gibson de pie en el Vietnam Memorial de Washington. Recordando a sus hombres. Aquel lugar es impresionante. Está en un sitio turístico, y atestado de visitantes, y sin embargo cuando empiezas a andar a su lado, parece como si el mundo se detuviera. La gente es muy respetuosa. Impresiona mucho. Está lleno de cartas, y objetos que la gente va dejando. Me trajo muchos recuerdos.


Es una película sincera y emotiva. Busca conmover, hacer pensar y reivindicar a unos hombre que hicieron lo que les ordenaron y recibieron la indiferencia y el odio como respuesta. Y lo consigue. 

En el número 123 de la revista Acción, se publicó una interesante crítica sobre la película.

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