He tenido la suerte de visitar uno de los lugares, sin duda, más hermosos del mundo.
Escocia es un gran Paraíso Natural, una tierra virgen, sin explotar. Todo son valles, ríos, bosques, praderas muy verdes, ovejas con caritas negras... Una preciosidad. Llueve sí, pero es parte de su encanto.
Es la tierra de William Wallace. Donde se rodó Braveheart.
Para mí ha sido muy emocionante. He visto los lugares reales donde sucedió todo. He estado en Stirling, en Fort William, en Falkirk.
Por toda Escocia hay referencias a William Wallace, es el mayor héroe nacional. He podido investigar, gracias a libros y relatos, acerca de su vida, como vivió y como murió, y he comprobado que la película, aunque ficción, se mantiene muy cerca de la realidad. Tal vez por eso se quiere tanto a Mel Gibson en Escocia. Tanto que incluso han puesto una estatua suya en el Monumento Nacional a Wallace.
Voy a intentar ordenar mis ideas, y resumir con claridad lo que vi, lo que hice y como es todo aquello, para acercaros, aunque sea solo un poquito a ese mundo donde se desarrolla nuestra película favorita.
Tengo que empezar diciendo que me fascina la vida de Wallace. De el auténtico Wallace, independientemente de su vida en el cine, tiene una historia fascinante, por eso ha sido tan emocionante estar donde él estuvo, ver sus estatuas, su espada,... los lugares donde se fraguó la Historia.
Conocí a este personaje gracias a la película, y gracias a que fue Mel Gibson quien la dirigió y protagonizó, puede que de no ser así, yo no la hubiera visto, y nunca habría oído hablar del héroe escocés. Pero la vi, y me encantó.
Estuve en Glen Nevis y Ben Nevis, muy cerca de Fort William, donde se rodó la película.
El valle es espectacular. Uno de los sitios más bonitos donde he estado.
Allí se rodó toda la primera parte de la historia, la parte anterior a las batallas, que se rodó en Irlanda.
Son los campos por los que corretea el William niño, y a los que vuelve el adulto. Donde se enamora y se casa con Murron. Donde construyeron su pueblo. Donde Mel Gibson pisó el mismo suelo en el que yo estaba.
Llovía muy suavemente, esa lluvia finita tan típica del norte. La bruma iba bajando, estaba precioso. Se forman varios riachuelos que caen por la ladera del impresionante Ben Nevis. No es una montaña demasiado alta, pero el conjunto es realmente impresionante. En los días claros, desde la cima, se contempla un paiseje de 160 km a la redonda. Con bruma y lluvia también era precioso, la luz, cambiante, resaltaba los tonos verdes.
La dueña de la casa donde nos hospedamos, me contó, que ella había participado como extra en la película, que había conocido a Mel y que era encantador. ¡¡¡Que envidia!!!
Estuve también en Bannockburn, el campo de batalla que Wallace nunca llegó a pisar, donde los Escoceses liderados por Robert the Bruce, unos meses después de la muerte de Wallace, ganaron su independencia. Han conservado la pradera, inmensa, donde tuvo lugar la lucha. En el centro, un monumento circular que explica la historia, un mástil altísimo con la bandera escocesa, y una inscripción en piedra:
Por Dios y San Andrews
Robert the Bruce
Rey de los Escoceses
Plantó su estandarte en este lugar,
cuando los patriotas escoceses bajo su comandancia vencieron a la armada de Edward II de Inglaterra en la batalla de Bannockburn el 24 de Junio de 1314.
"Luchamos no por gloria, ni por salud, ni por honor, sino solo y únicamente luchamos por libertad, lo que ningún hombre debe rendir jamás sin entregar su vida."
Un poco más lejos una escultura de Robert the Bruce, Rey de Escocia, a caballo. Domina una vista espectacular.
Se conmemora en aquel lugar la mayor victoria de los escoceses, consiguieron su libertad, su independencia tan ansiada, por algunos años al menos. Wallace no llegó a verlo, pero fue su espíritu, lo que él había hecho antes, lo que impulsó a Bruce.... "En el año de nuestro Señor de 1314, los patriotas de Escocia, hambrientos y en inferioridad numérica, atacaron los campos de Bannockburn. Lucharon como poetas guerreros. Lucharon como escoceses. Y ganaron su libertad."
Después visité Stirling. Donde William Wallace cogió por sorpresa al ejercito inglés que les superaba en numero, y brindó a Escocia su primera gran victoria. La batalla real tuvo lugar en el puente, hoy en día la ciudad ha crecido, y el puente se encuentra dentro del casco urbano. Aún así es muy bonito, el castillo se alza majestuoso, y se encuentran esculturas en memoria de Wallace en muchos sitios.
La siguiente, y obligatoria parada, fue en el Wallace National Monument, a las afueras de Stirling.
En medio del bosque de Abbey Craig se alza una torre.
Se la divisa desde todo Stirling.
Al pie de la ladera, en la entrada del centro de visitantes han puesto una estatua de Mel Gibson en Braveheart.
¿Cabe un mayor reconocimiento al cineasta?
Una vez que subes la ladera, encuentras la torre.
Merece la pena subir los casi 300 escalones para coronarla.
Dentro, en distintas salas, van contando mediante paneles, y vídeos la vida de Wallace.
En una vitrina está su espada. La verdadera. La que Wallace usó.
Es enorme. Mide más de cinco piés.
Wallace debió ser muy alto, y muy fuerte, de eso no hay duda.
Es conservada como una reliquia desde hace 700 años, cuando se encontró.
La vista desde la cima de la torre es preciosa.
En la entrada del Castillo de Edimburgo también hay una estatua en memoria de Wallace.
Es esta precisamente la que movió a Randall Wallace a investigar en sus raíces escocesas, y a escribir la magnifica historia que escribió para el cine.
Cuenta el escritor, y también director de cine, que estaba en Edimburgo de vacaciones con su esposa. Cuando llegaron al Castillo de Edimburgo para visitarlo, y le llamó la atención que la estatua de un Wallace adornara la entrada, junto a la del Rey Robert the Bruce.
Sabía de sus raíces escocesas, pero nunca se había preocupado por ello.
La curiosidad le llevó a investigar quién fué ese otro Wallace.
Y lo que descubrió llegó a cambiar su vida para siempre. Según él mismo ha declarado, se siente muy unido a sus "hermanos" escoceses. A su historia. A sus raíces.
A la salida del Castillo, en una calle de Edimburgo, encontré a un tipo disfrazado de William Wallace, ¡¡¡que ilusión me hizo!!! Además resultó ser muy simpático. Le pregunté donde podía conseguir el tartán, la tela de cuadros escoceses, con los colores de la película que él llevaba puesto. Había mirado ya en muchas tiendas,
para descubrir, que los auténticos colores del Clan Wallace en la actualidad son el rojo y el negro, con una pequeña línea amarilla. Para la película usaron otro tipo de tejido, y la tintaron con pigmentos naturales, tal como habrían hecho entonces. Bueno, para mi desilusión, me informó de que esa tela era imposible de conseguir, que la hicieron solo para la película, que, de hecho, la que él llevaba era una de las de los extras, y que en el caso de que la encontrara en algún sitio especializado en cosas de cine o algo así, pues que me costaría una pasta. Así que tuve que volver de Escocia sin la falda que tanta ilusión me hacía conseguir.
para descubrir, que los auténticos colores del Clan Wallace en la actualidad son el rojo y el negro, con una pequeña línea amarilla. Para la película usaron otro tipo de tejido, y la tintaron con pigmentos naturales, tal como habrían hecho entonces. Bueno, para mi desilusión, me informó de que esa tela era imposible de conseguir, que la hicieron solo para la película, que, de hecho, la que él llevaba era una de las de los extras, y que en el caso de que la encontrara en algún sitio especializado en cosas de cine o algo así, pues que me costaría una pasta. Así que tuve que volver de Escocia sin la falda que tanta ilusión me hacía conseguir.
El emblema de Escocia es el Thistle, la flor morada que Murron le da a William. Vi bastantes por las carreteras, crecen entre los arbustos. Quise llevarme una, pero pinchan mucho, y no pude cogerla. Es la flor de un tipo de cardo. En la película lo arreglaron, le quitaron los pinchos para que la niña pudiera cogerla. Al final me la llevé en un pin.
Lo que también vi en todo tipo de cosas, vasos, llaveros, posavasos, broches, imanes,... es el emblema de los Wallace. Su escudo de armas. Un brazo alzado que sostiene una espada, y el lema en latín "Pro Libertate", "Por la libertad". Me llevé un broche. Incluso encontré una botella de Whisky de la marca Wallace, en homaje al héroe.
Ha sido un viaje precioso. Me ha encantado volver a Escocia.
Ya había estado, pero hacía años, cuando no había visto la película y no sabía quien era William Wallace.
Ahora lo he visto todo con otros ojos, poniendo más atención a los detalles, fijándome en todo, y he disfrutado muchísimo.
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