A unos ojos azules...

A unos ojos azules...

Tim

Australia, 1979, 
D. Michael Pate 
I. Piper Laurie, Alwyn Kurts, Pat Evison, Peter Gwynne, Deborah Kennedy 

“Siento un enorme afecto por el personaje que interpretaba y por haber tenido una inolvidable compañera, Piper Laurie. Hubo una gran comunicación y confianza durante el rodaje. No es un trabajo del todo pulido, pero se hizo con mucho corazón.”

Adaptada para el cine por la propia autora del libro, Collen McCullough, cuenta la historia de un joven jardinero, retrasado mental, que se enamora de una mujer madura, y de todos los problemas que esto ocasiona, tanto a nivel personal de cada personaje, como familiar y social.

Mel recibe por su interpretación dos galardones: el Premio al mejor actor, y el Premio al interprete revelación, otorgados por el Instituto Cinematográfico Australiano.

La admiración de los críticos por esta película, no es compartida por los espectadores, fue un completo fracaso económico. Sin embargo, con el paso del tiempo, y debido a la carrera de Mel Gibson, esta película se ha convertido en objeto muy buscado por coleccionistas de todo el mundo. Hasta hace muy poco, que se editó en DVD, era un film casi imposible de encontrarse, ya que estaba descatalogado, y las televisiones no lo emiten nunca.

El DVD no es de gran calidad, la imagen y el sonido, en algunos momentos, no es todo lo buena que cabría esperar, pero hay que tener en cuenta que se ha digitalizado de la mejor copia que se ha podido encontrar, y como he dicho, era muy difícil encontrar una buena copia de esta película. 

La historia está narrada con mucha sensibilidad. Se nota la escasez de medios económicos, pero eso no impide que las interpretaciones y la forma de contar lo que sucede sean maravillosas. Además es una historia dulce, sencilla y muy humana que nos acerca a unos personajes reales y creíbles. 

Mel interpreta a un joven retrasado, que trabaja como jardinero para ayudar economicamente a sus padres. Así es como conoce a una mujer bastante mayor que él, ella le trata con respeto y cariño, y él acaba enamorandose perdidamente de ella. Ella también se enamora de él, aunque le cuesta reconocerlo, debido a su diferencia de edad, y a lo que pensará la gente de su relación.

Mary pronto es conquistada por el encanto y el infantilismo de Tim. Es tocada por su forma abierta de ser, y por su honestidad. No sabe leer, ni escribir, y Mary le enseña. También responde a preguntas de Tim sobre la vida, la muerte y otras cuestiones que los sobre protectores padres de Tim, en el error de pensar que él no comprendería, no habían contestado. Mientras ella guia a Tim, sencillo, pero no estúpido, para que desarrolle todo su potencial, Mary comienza a depender emocionalmente de él tanto como él depende de ella, y así profundizan en su relación.

La familia de Tim, sobre todo su hermana, y la sociedad no entienden, y no aceptan la relación de Tim con Mary. Dawney, la hermana mayor, igual que sus vecinos y su prometido, piensan que Mary no le paga sólo por cuidar el jardin, que es una mujer madura que está aprovechandose de la inocencia de Tim. No pueden entender que entre ellos ha nacido un amor puro y entregado del uno por el otro. Tim devuelve la alegría y la vitalidad a una mujer que vivía una vida rutinaria y sin emociones, y Mary le ofrece cariño, respeto y comprensión a un chico acostumbrado a que se rían de él. Uno al otro se hacen sentir amados, lo que los dos más necesitaban.

Tim es una película de actores y las interpretaciones son uniformemente excelentes: Piper Laurie parece algo indescifrable, pero finalmente conmovedora como Mary, y Alwyn Kurts está soberbio como el padre de Tim. Pero la película pertenece a Mel Gibson; se enfrenta al reto de mantenerlo todo dando vida y credibilidad a Tim, sosteniendo la aniñada personalidad que es el corazón y alma del personaje. Y sale airoso del reto. A diferencia de otros actores que interpretan a discapacitados, nunca sobreactua, y dota de tal ingenuidad al personaje que interpreta, que captura el corazón del público. Está tan convincente en su papel que no parece que esté interpretando.

Después de su ruda interpretación de Max, el solitario policía del mundo post-apocalíptico de MAD MAX, SALVAJES DE AUTOPISTA, Mel descubre su lado más sensible y su verdadera capacidad para la interpretación. Con sólo 23 años ya dejaba ver que sería un gran actor si se le daba la oportunidad, como luego ha demostrado en múltiples ocasiones. No era sólo la nueva cara bonita de Australia, sino un actor con muchísimo talento que llegaría muy lejos y empezaba a despuntar.

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